MENDIGA
Y en un gesto callado
descubrí su tristeza.
Tan quieta,
tan sentada en la vereda.
Su mano inerte
vuelta a la esperanza,
tratando de salvarse
del hambre, la miseria.
Cobijando una duda
entre sus brazos,
tal vez alguien se apiade
y le de albergue,
O... tal vez,
sólo tal vez,
llegue la muerte.
6/2/90 Patricia Leite Strozzi ©
Y en un gesto callado
descubrí su tristeza.
Tan quieta,
tan sentada en la vereda.
Su mano inerte
vuelta a la esperanza,
tratando de salvarse
del hambre, la miseria.
Cobijando una duda
entre sus brazos,
tal vez alguien se apiade
y le de albergue,
O... tal vez,
sólo tal vez,
llegue la muerte.
6/2/90 Patricia Leite Strozzi ©
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